domingo, 25 de noviembre de 2007

Electricidad de otros planetas (Pluton ya no nos quiere)

Me perdí mi primera cita, casi como si estuviese llegando tarde a mi propia muerte. Con conciencia, aunque sin poder evitarlo.
Entonces, cuando por fin entré y encontré que todo había sido vuelto a colocar en su perfecto orden, supe que todo había salido bien, y me pregunté (aunque bastante bajo) si habría cambiado algo el hecho de haberme presentado a tiempo. Cómo de pasivo es el sujeto pasivo. Cómo de sujeto es el objeto que soy. Qué fría es la conciencia.

Tres canciones y un nombre, rodeados de vinilos y de cables como si el escenario fuera real, como si ese fuera mi planeta. Como si alguien pudiera vivir de verdad entre vinilos y pantallas y cables y cacharros y cervezas importadas desde holanda. Las caras de los lugareños me dicen que nadie en realidad se siente en casa cuando vive de la electricidad de otros planetas.

Señor, por qué no me has abandonado. Eras el único capaz evitar que Plutón ya no nos quiera.
No intenté escribir un diario, y sin embargo publicaré lo escrito hasta aquí y luego punto.


Canción de ayer: Trabajar para el enemigo (Siniestro Total)
También: Prefiero No, de La Casa Azul

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